Gana el toreo roto de Ureña
Se anunciaban toros de Salvador
Domecq, José Vázquez y Victoriano del Río. Para los aficionados que preferimos los toros al fútbol, 9100, no eran buenas noticias ya que
conocemos el comportamiento de estas ganaderías. En mi caso sólo tenía
esperanzas en los de Victoriano, y los cuatro primeros no sorprendieron.
El primero de Salvador
Domecq, echaba la cara arriba y su falta de fuerzas empezó a poner en su
contra al aficionado que veía que su flojera le impedía pasar el muletazo. Urdiales estuvo bien y mató de estocada
contraria.
El segundo, también de Salvador
Domecq, fue bien recibido por Ureña.
El toro resultó un inválido que no se picó y se lastimó una mano, por lo que la
bronca fue grande al no haberse devuelto a tiempo al corral.
El tercero de la tarde, de José Vázquez, manseó y flojeó, nada nuevo en el horizonte. Urdiales le dio buenas tandas por la
izquierda, y cuidando mucho las distancias consiguió momentos buenos. Mal a
espadas.
El cuarto, José
Vázquez, salía al ruedo de Las Ventas. Ruedo que nunca debió pisar por su
falta de presencia. Este NO ES EL TORO
DE MADRID. Al enfado de la grada se unió una lidia deficiente. Poco más que
añadir.
Y llegaron las pocas esperanzas de ver toros. Salió el
quinto, Victoriano del Río, y sale
un buen toro….para Sevilla. No para la primera plaza del mundo. Parece que Don Simón ha conseguido bajar un punto el
trapío de Madrid. Mucho más fácil eso que subir la casta del campo. El toro
no transmite, y más allá de algunos detalles, se pasa al sexto.
Sale otro de Victoriano
del Río, y Ureña deja un toreo
clásico, puro, de verdad, de frente, con el pecho por delante, rota la
cintura se lo pasa por la izquierda, de delante hasta el final del muletazo.
Roto Ureña ruge Las Ventas. El toro se viene arriba y llega un momento en que el que dé un paso atrás pierde la pelea,
y Ureña se vuelve a ir de frente al animal que empieza a repucharse al saberse
vencido y no encontrar la casta suficiente en sus venas. Gana Ureña, la grada se rompe y tras una estocada a matar o morir
se le concede una oreja a la entrega y pureza, de toda la tarde.
Conclusión. Bien los toreros, gana Ureña a un Urdiales que no acaba de romper. Buenos detalles de
toreo que gusta en Madrid.
Hay que recuperar el
toro de Madrid.
Hay que picar y hay
que saber presidir una corrida en Las Ventas.
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