Plaza de toros de Macusani, rozando el cielo.
España tiene el privilegio de contar con numerosas formaciones
montañosas que, pese a su situación geográfica, le permite disfrutar de picos
de alturas nada despreciables. Todos tenemos en la cabeza el Teide, y el
Mulhacén, colosos de imponente estampa, que con sus 3718 y 3478 m respectivamente,
invaden de escalofríos indómitos el cuerpo del que les escribe, sólo de imaginar
la pelona que debe haber ahora mismo en sus talludos picos.
Pues aunque parezca mentira, hay una plaza de toros que
supera con creces estas altitudes, y es que con sus 4.380 m sobre el nivel del
mar, la de Macusani en Perú, goza de poseer el título de la plaza de toros más
alta del mundo. Cuatro mil trescientos ochenta metros que hacen bajar el mercurio a los
-28º en julio (mínima histórica) y subirlo a 23º de máxima en enero.
Como curiosidad indicar que las fiestas se celebran en
diciembre en honor a la Santísima Virgen Inmaculada Concepción, que
cuenta con su particular corte de vestidores y confeccionadores de sus venerados
mantos, los alferados (en la imagen izquierda), que reciben los honores de los 15.000 espectadores que
acuden cada tarde a la plaza, y que vienen de los municipios colindantes, ya que Macusani
cuenta con 7500 habitantes.
Cuando pensemos en lo Universal de la Fiesta de los
toros, debemos sentirnos todos orgullosos, y responsables de su cuidado y promoción. Pensemos que en lo alto de la Cordillera Carabaya, en Los Andes peruanos, allá donde casi da vértigo imaginarlo, hay
una plaza de toros donde la gente da rienda suelta a sus creencias, aficiones y
cultura. No lo olvidemos. La tauromaquia es muy grande. Tanto que llega allá
donde se hace difícil respirar.
¡Qué orgullo y alegría! Leer esas noticias de que "La tauromaquia es muy grande. Tanto que llega allá donde se hace difícil respirar".
ResponderEliminarLa Fiesta es internacional. ¡VIVA LA FIESTA!