Gamero, pégate tú.
Hace unos días, el pasado día 1, fue difundido un vídeo en
el que Emiliano Gamero, reconocido rejoneador mexicano, pegaba a uno de sus
caballos toreros de manera cobarde y miserable.
Además hoy se hace público que su apoderado deja de serlo.
El mal se extiende como una mancha de aceite.
Emiliano no es un cualquiera, vive de cara al público, al que
le debe dar gracias cada día por permitirle vivir de su pasión. Por ello debe
medir su comportamiento en todo lo que pueda trascender a la opinión pública, y
más aún si se es consciente de que hay miles de ojos deseando encontrar algo reprochable
para cargar contra la tauromaquia.
Diste muchas alas a los antitaurinos, Emiliano. Y eso no te
lo perdono. Al igual que tampoco olvido el video en el que apareces apaleando a
tu caballo. ¿Crees que así corregirá su comportamiento?. Prueba a montar más
horas, tener más paciencia y más amor por los animales que te dan de comer.
Vives del toro, del caballo y del público, no lo olvides. No
niego tus sentimientos hacia ellos tres, pero "la mujer del César además de
serlo debe parecerlo". Que se note.
Acepto tus disculpas, sin duda hechas públicas al darte
cuenta de la repercusión pública de tus actos, pero como te digo no puedo
olvidar tu actitud. No sé si vendrás por Madrid, pero estaré pendiente de tu actitud.
Si bien has hecho mucho mal a la fiesta con tu actitud, todo
el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. No seré yo quien te la
niegue, pero si te sirve de consejo: “no la hagas, y no la temas”, para la
próxima: Gamero, pégate tú.
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