Volver con la frente marchita
Aquello de volver con la frente marchita ya lo cantaba
Carlos Gardel. Al igual que la letra de aquella memorable canción es hermosa,
se hace bello reverdecer tiempos pasados, trasportándose a tiempos mejores por
sentirnos más jóvenes.
¿Quién duda del atractivo de ver a Pepe Luis Vázquez? ¿Quién
renunciaría a ver de nuevo a El Fundi?
Todos los aficionados queremos revivir
aquellas grandes tardes que quedan en el recuerdo. Estos retornos tienen un
atractivo inmenso.
Sólo pido a estos Maestros que vuelvan con garantías. Que no
busquen el triunfo sólo con anunciarse. Que se arrimen y expresen como cuando
lo hacían años atrás. Cuando el público se levantaba del tendido. Hoy en día
hay jóvenes que bien pueden devolver al cemento su colorido taquillero, no
haría falta recurrir a viejas glorias para ello.
Sin embargo, todo el mundo tiene derecho a volver a sentirse
vivo. A volver a sentir la emoción y el reconocimiento del respetable. No seré
yo quien se lo niegue. Incluso tendrán mis respetos, pues volver nunca fue
fácil y requiere de un esfuerzo y responsabilidad que hace tiempo no soportan.
Me alegro que alguien tenga todavía la ilusión de volver.
Que se vea capaz. Que luche por un sitio en esto. Pero no olvidemos que los jóvenes
vienen arreando fortísimo y se merecen su sitio.
De una mano el respeto a los
maestros, de otra la oportunidad a los jóvenes, y en el corazón la añoranza de
faenas históricas.
Como dice la canción:
Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo,
platearon mi sien.
Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro
otra vez
Tengo miedo al encuentro con el pasado
Que vuelve a enfrentarse con mi vida, tengo miedo
De las noches que pobladas de recuerdos encadenan mi llorar.
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