Cada vez más son las veces que podemos ver a los forcados actuar en medio de un festejo, normalmente de rejones. Esta forma de lidiar al toro, meramente portuguesa, consiste en que varios hombres paran la embestida del animal. El primero de todos ellos se denomina forcado de cara. Cita con chulería al burel y recibe su impacto mientras corre hacia atrás con las manos en la cintura. Se agarra fuertemente a su cuello, rodeando con su cuerpo la cabeza. Le sigue, justo detrás de él, el denominado 'primer ayuda' que debe apoyar a su compañero. Detrás están las 'segundas ayudas' , que agarran con una mano un pitón y con la otra el lomo del animal. El quinto en la fila es el 'rabillador' encargado de agarrar por el rabo al toro, mientras que detrás de él se encuentran tres más, las 'terceras ayudas' , cierran la pega y hacen bloque. Una vez que todo el grupo está agarrado de esta forma y el toro está inmovilizado, se da por concluida la pega. Ha...
Siguiendo con el capítulo de plazas de toros curiosas, he encontrado una que no tiene igual. Si ya he habado sobre la más antigua o la construida a más altitud, llega la hora de hablar de una plaza, esta vez de tientas, bajo el agua. Así es, la plaza de tientas de la ganadería de Xajay bajo el nivel del agua del lago que la rodea. Xajay se asienta en Querétaro, México. La plaza tiene las paredes de piedra , que además, hacen las funciones de diques de contención a las aguas del lago. A ella hay que acceder gracias a una pequeña embarcación. Desde luego se trata de un recinto único, fruto de la ilusión de un hombre que quiso construir una plaza especial y única, para celebrar el rito sagrado de la tienta de bravo que en este entorno toma una importancia sublime. Mágica.
En Béjar, y entre castaños se asienta un coso emblemático. Fue en el lejano septiembre de 1711 cuando La Ancianita, la Plaza de Toros de Béjar (Salamanca) abrió sus puertas. Todo empezó en 1667, cuando la cofradía de La Virgen de El Castañar comenzó la construcción de la plaza de toros para recaudar fondos para, a su vez, construir la sacristía de la ermita. La duquesa regente por aquel entonces lo denegó, e incluso destituyó al juez que permitió celebrar toros en una plaza rectangular hecha de madera. La duquesa era dura. Ya ven, lo de los antitaurinos no es algo reciente. Algún día escribiré sobre los ataques a la tauromaquia en la historia. Bueno, centrémonos. Dos años más tardes se volvió a intentar construir la plaza, pero de nuevo la duquesa lo denegó. Tuvo que morir la duquesa, y pasar algunos años, hasta que el nieto de ésta posibilitó la construcción del coso. Ya en 1707 se celebraron toros en la plaza de madera construida sobre E...
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