El Chano va a más

La vida es, sin duda alguna, una carrera de fondo, y no siempre tiene por qué ser justa. Quizás la clave sea pasar por ella afrontándola con optimismo. Sólo así se puede estar despierto para aprovechar las oportunidades que la propia existencia le pone a uno bajo las narices, y que sólo se pueden ver llevando la cabeza bien alta y los ojos bien abiertos. Con dignidad. Siempre hay un lado bueno a cada sombra del camino. Esto es lo que El Chano comprendió cuando aquella tarde en la plaza de toros de Ávila, al abrigo de su muralla, imponente y defensora, un novillo apretó a tablas y pasó por encima de El Chano como el caballo de Atila.

El Chano ha corrido la Maratón de Nueva York, el pasado día 6, en hand-bike (bicicleta accionada con las manos) alzándose con la segunda plaza. Todo un campeón. El Chano no corre con sus piernas. Lo hace sobre las alas de la ilusión y el espíritu de superación que no le hacen perder un segundo en la autocomplacencia, mientras busca aquello que le hace sentirse feliz. Así se siente vivo.  

En este año la vida nos ha enseñado dos cosas:  Que pendemos de un hilo (#eternovictorbarrio) y que casi siempre hay una segunda oportunidad (muchos son los ejemplos). No vale andar lamentándose por el presente, aunque se tengan suficientes razones para ello.Pasada la rabia e impotencia iniciales hay que abrir los ojos y cerrar la boca. Hay que salir en busca de oportunidades esquivando compasiones tóxicas que sólo llevan al fondo del pozo de la pena. No hay que dejar a la cabeza que entre en la barrena del “¿por qué a mí?”. El Chano sufrió un maldito percance que le cambió la vida, y como tal cambio solo cabe saber adaptarse y andar listo para que si se cierra una puerta se pueda encontrar la ventana que queda abierta, y escapar de la soledad y el silencio. Hay un mundo ahí fuera.

Tal como dice Don Vicente Yangüez “El Chano”: “No sólo puedes enfocar tu vida a una sola actividad. Afortunadamente, sigue habiendo para mí muchas cosas ilusionantes que hacer en este mundo". Olé Chano!