La México cornea a la afición.

Este año había mucha expectación en ver los esperados cambios en el coso de Insurgentes. La México, la más grande del mundo ha sido maltratada últimamente por los empresarios castigando la maltrecha paciencia de los sufridos aficionados. 

Este año se anuncian nuevos empresarios, Bailléres y Sordo, por lo cual había ganas de ver las novedades correspondientes. El primer cartel del nuevo ciclo está conformado por Zotoluco, Manzanares y Talavante con toros de Quirós. Cartel atractivo, sin duda lo que hacía esperar una gran entrada en sus 50.000 localidades, últimamente abarrotadas de cemento. Sin embargo llama la atención ver la pírrica entrada. Poco más que las familias de los actuantes, lo que a uno le hace pensar que reflotar este coso va a ser verdaderamente difícil, aunque no hay reto imposible habiendo voluntad. Sale el primer toro y… desastre. Ahí está la razón del fiasco taquillero. Sale el toro corneado. ¡Corneado!. 

¿Dónde está la vergüenza de los veterinarios?, ¿dónde la de los nuevos y esperados empresarios?, ¿dónde la de los toreros?.  El mérito de los pocos asistentes es haber tenido que pagar para ver este asco de corrida. El toro debe salir íntegro. INTEGRO. ¿Dónde están las figuras para exigirlo?. Son ellas quienes debían cuidar su cortijo, y lo están matando. No los antitaurinos. A este dantesco espectáculo se le une un aumento del coste de las entradas. Habría que pagar a la gente para que fuera a la plaza a aguantar que se rían en su cara. ¿Qué importa ya si Manzanares cortó una o mil orejas?. ¿Dónde queda la grandeza del rito y el respeto al toro?. El aficionado sale de nuevo corneado de Insurgentes, y seguramente los nuevos empresarios esperan que mañana o pasado mañana se llene la plaza. Dejen de maltratar al aficionado. Cuídenlo mimando al toro. Como siga esto así no tardaremos en decir aquello de “entre todas la mataron y ella sola se murió”. Y luego todos a llorar y a preguntarnos ¿por qué?. Pues por insultar al aficionado al amparo de las figuras de barro.