La vida no es Disney #Reichanimalista

El dueño del
restaurante argumentó que ‘cada negocio tiene sus normas’ y que ‘las
determinaciones que se toman en un negocio no son democráticas’. Eso lo
teníamos claro. Nunca el animalismo, ni el veganismo, fueron demócratas. Es
más, forman parte de un totalitarismo
que nos pretende imponer su modo de vida.
Pero lo
verdaderamente impactante estaba por llegar ya que la madre, en plena vergüenza
pública, tuvo que escuchar que ‘Las madres verdaderamente humilladas son
aquellas violadas durante toda su vida para tener bebés que son robados y
descuartizados para que los humanos les arrebatemos la leche que era para
ellos: estas madres son las vacas, ovejas y cabras, víctimas del biberón de su
hijo’.
Me ha convencido. De hecho creo que habría que dejar libres
a todos los animales que están
estabulados, sin más alimento ni tratamientos más allá de los que la madre
naturaleza les proporcione. De esa forma se integrarían en la naturaleza
libremente formando parte, sobre todo sus… “bebés”, de la dieta de los depredadores
que los utilizarán para, a su vez, alimentar a sus… “bebés”. ¡Ups!
Igual nadie ha caído en la cuenta hasta ahora, pero un lobo
no puede ser amiguito de un ternero. Llámame loco. Le comerá las tripas mientras este todavía
muge llamando a su…”mamá”. “Mamá” que se perdió en la huída ante el ataque de
otra…”mamá” loba, que también buscaba comida para sus…”bebés”. La vida no es Disney.
Esa naturaleza en paz y armonía, tan ideal como enfermiza,
quizás nunca lleguemos a verlo, ya que dentro de esta filosofía de vida,
renunciaremos a los medicamentos que previamente hayan sido testados en
animales. Triste, pero es así, los valores son los valores… ¡Uf! Otra vez…
En fin. Los humanos, su conciencia, su inteligencia, su
empatía, su libertad, sus deberes y derechos,su razonamiento, su tolerancia y
sus gilipolleces.
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