La tauromaquia popular al rescate de Valencia
Es hora de olvidar los números circenses con bovinos, que no
corridas de toros, vividos en Valencia y sobradamente valorados negativamente
por los aficionados, en contraposición a la visión de los medios oficialistas.
Hay que olvidar tamaño bochorno de ver caer una plaza de
primera en manos de un público que, a buen seguro, no volverán a ver ni leer
nada de toros hasta dentro de un año.
En ese ejercicio de superar ese trance me quedo con la
tauromaquia popular, la bese sobre la que se sustenta la corrida de toros, tan
apaleada por propios más que por extraños.
En el concurso de cortes, recortes, se soltaron reses de
Jandilla. Curiosa paradoja.
En este concurso, que colgó el “no hay billetes”, se
vivieron lances de máxima emoción, bonita emoción últimamente despreciada en
las corridas de toros, gracias a la exposición y verdad de los recortadores,
quienes lidiaron con sus cuerpos de forma magistral.
En este concurso resultó ganador “El Poca” (José Manuel
González), aunque el nivel mostrado por los concursantes fue altísimo.
Valencia la salva la tauromaquia popular.
Disfruten de un resumen del festejo:
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