Freno a las urnas envenenadas

Habrá quien se eche las manos a la cabeza, ya que parece que
las urnas son sagradas para todo. ¿A ustedes les preguntan en qué quieren que
se utilicen los impuestos y retenciones que se aplican sobre su nómina y sobre
cada producto o servicio que contratan? La respuesta es no. Y por el bien de
todos espero que no se pueda preguntar tal cosa porque el resultado negativo
llevaría a la quiebra del Estado.
La fiesta de los toros se somete al dictamen de la sociedad
cada tarde que una plaza abre las puertas.
Si la gente va a los toros no hay
más que hablar en una sociedad libre como la nuestra. Debemos impedir que los
totalitarios nos cercioren la libertad de acudir a un espectáculo LEGAL. Esa es
la verdadera democracia, y que no se nos olviden los renglones de la sentencia
del Tribunal Constitucional sobre la prohibición de los toros en Cataluña. Esas
líneas aparecen en el encabezado de este humilde, e independiente, blog. Léanlas
con detenimiento.
La democracia no es sólo urnas, sino que es el respeto a
la ley. Los toros son un espectáculo legal, ya lo he dicho, y además es el más
democrático espectáculo del mundo. Y digo esto porque no habrá ningún otro en
el que confluyan miles de personas de toda tendencia política, ética, sexual,
de toda clase social, y sin importar la nacionalidad se expresan libremente
sobre cada cosa que acontece en el ruedo. ¿Eso no es democracia y libertad?
Después de todo esto, les digo a los políticos que si no es
para apoyar nuestra cultura y la legalidad, retiren sus manos de los toros. Y nos
dejen en paz y libertad.
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