El cagómetro pamplonica echa humo
Ante una injusticia, un crimen, o atropello hay tres
posiciones claramente diferenciadas. Estar
a favor de lo ocurrido, posicionarse en contra, o bien darse la vuelta y que
pase de mí este cáliz. En la vida,
camarón que no nada se lo lleva la corriente, hay que posicionarse. No se
puede estar en la equidistancia permanente.
En Pamplona, tierra navarra conocida internacionalmente por
la tauromaquia, las urnas arrojaron una representación parlamentaria donde los batasunos,
PNVs, PSOEs y UPNs andan cual cochino en
barrizal, viendo la manera de joder la vida al pueblo. Y ¿cómo no? Le ha
llegado el turno a la tauromaquia. Veamos las posturas:
Podemos: haciendo
gala de su carácter totalitario, mientras empuñan la bandera de las libertades,
prohibirían los toros (dentro de una
larga lista). Señor Alberto Labarga, gracias a la misma democracia que le da a
usted de comer, yo puedo ver toros en Pamplona. No muerda la mano que le da de comer.
PSOE: El
cagómetro va a estallar, y ni sile, ni nole, está en el equilibrio permanente que presagia una muerte segura. Por
la izquierda le come podemos y por la derecha UPN. O están con o contra la
libertad (la de ir a los toros incluida). Pero no os preocupéis, el electorado
os dejará clara su posición, a la que os venderéis. Tiempo al tiempo.
Bildu: ETA mató a taurinos y anti taurinos, e
incluso a quienes por su escasa edad no sabían de la existencia de la
tauromaquia. No se pronuncia.
PNV: no se mojan y se dejan llevar, no vaya
a ser que por decantarse le crezcan los enemigos por la izquierda, a la que
tanto debe históricamente.
UPN: el único
partido que se declara claramente a
favor de los toros.
Lo que queda claro es que la gente, el pueblo, tiene la
última palabra. Y el pueblo quiere toros y son legales. Y hasta que alguna gentuza la destruya, la libertad nos permite ir a los
toros.
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