¿Y si no era la romana?
Hablando de novilladas, desde que entró la nueva empresa a gestionar Las Ventas he
oído que se iba a mirar de cerca aquello de echar novillos pasados de tipo, de peso y de hechuras, por aquello de
salvaguardar la integridad física de los novilleros.
Se decía que era una
barbaridad el novillo que salía en Madrid, que no podía ser el gran número
de novilleros heridos. Que así no se podían formar para ser matadores.
Pues bien, llega la nueva empresa, llegan las novilladas, y siguen llegando las cogidas.
En Madrid no sólo sale un novillo grande, salen novilleros con ganas de comerse el mundo,
algunos podidos por la presión, y
todos ellos dispuestos a jugársela. O eso, o es mejor dedicarse a otra cosa.
Entonces, Don Curro, ¿qué hacemos con los chicos? ¿Les
decimos que no se la jueguen? Sinceramente, creo que lo más sensato es traer a novilleros preparados, placeados, y que
sean capaces de soportar el peso de Las Ventas.
No es cuestión de
romana, sino de preparación y de apostar, y si el toro no transmite habrá
que mirar en su casta. Pero el toro/novillo de Madrid debe salir íntegro, en
tipo, y debe ser el que quiere Madrid. Curiosamente
rechazado por las figuras.
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