Camarín, toro de 2016 para la Asociación el toro de Madrid

Esta asociación se caracteriza por defender
la integridad y casta del toro, huyendo de animales bobos que van y vienen sin
casta ni emoción ninguna. Eso hace entrever que Camarín demostró su bravura en
toda la lidia.
Así es, desde que salió de chiqueros demostró sus ganas de
comerse el capote como aquel que lucha hasta el final, revolviéndose para
volver a lanzar otro ataque y haciendo a Alberto Aguilar pasar un trago.
Dominar esas embestidas no es fácil.
Camarín se arrancó al caballo de lejos, con fijeza y
empujando. La parte del público que vive y se emociona por el rendimiento del
toro bravo pidió una tercera entrada al caballo, pero el torero prefirió
dejarlo con dos. Como dos errores garrafales: el primero fue robarnos a la
afición el lujo de verlo una tercera vez en el caballo, y el segundo pensar que
una tercera entrada se quedaría sin toro para la muleta. No sabía Alberto
Aguilar lo que Camarín llevaba dentro.
En la muleta fue a más, y embistió al trapo con todo. De frente,
de verdad, a matar o morir. Qué bravura y qué entrega, qué clase y fiero el de
El Escorial que llegó al final de la lidia con la boca cerrada.
En el acto de entrega nos acompañó la ganadera de Baltasar
Iván, Dª Cristina Moratiel, quien nos habló sobre sus casi 20 años al frente de
la B y la I entrelazadas y gravadas al lado izquierdo de los animales. Nos
confesó que en principio nuestro protagonista se llama Camarino, sea como
fuere, lo que destacó Cristina fue el orgullo que sintió aquella tarde al ver a
Camarín y su bravura. Bonita palabra. Grandiosa.
Camarín desciende de la familia de los Camaritos, una de las
familias que pastan en las 700 Has ligadas con los 10 sementales que tienen la
gran responsabilidad de fijar la casta y bravura a los de la divida encarnada y
verde.
Cristina se despide con una frase demoledora: “De las
figuras líbrame Señor”. Pues eso digo yo, si la tauromaquia es emoción, que aquellos que quieren alejarnos del animal
fiero, de su bravura, de su papel protagonista, que se queden lejos, que ni los
veamos. Viva la bravura. Viva Camarín.
La afirmación de la ganadera de Baltasar Iván, Dª Cristina Moratiel: “De las figuras líbrame Señor” es valiente y demoledora para la afición. que la pasa a .... "libranos ....".
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